miércoles, 6 de abril de 2011

Por un consejo del mar...

La presencia del productor Lee Scrath Perry es el comùn denominador de todos los referentes del reggae. Músico también, es el verdadero “genio del dub” al que tal vez refieran los Fabulosos Cadillacs. El dub es esa música cadenciosa e instrumental generalmente más lenta que el reggae, con efectos de sonidos de todo tipo (ecos, loops, reverberancias, coros lejanos) que invitan al trance hipnótico; sus mayores referentes son Mad Professor y el mismo Perry. Produjo a Bob Marley en sus comienzos y a casi todas las bandas buenas que vinieron después. Totalmente chiflado, cuenta que era obrero de la construcción cuando decidió irse a Kingston, y que fue aconsejado por el golpe de las piedras que arrojaba en su trabajo (piedra se dice “stone” en inglés y Kingston significaría King-stone). Tal vez no sea cierto, pero lo que sí fue cierto es que, estando grabando un disco de “The Congos”, sintió que la banda le había llenado de mala onda el estudio y lo prendió fuego… “por un consejo del mar"...

Los mayas

Dicen que los mayas desaparecieron porque se los llevaron los ovnis. Investigaciones más incrédulas sostienen que no fueron abducidos por nuestros hermanos de marte sino que el imperio maya se diluyó en los diversos pueblos que podríamos llamar hoy la "cultura maya" y que hablan lenguas parecidas derivadas de aquella lengua madre. Pero, ¿como se transformó un imperio cruel y sanguinario con tantos avances científicos, en una diáspora de poblaciones indígenas que para cuando llegaron los españoles vivían en estado de salvajismo?, ¿involucionaron los mayas?
Si nos toca aventurar hipótesis tenemos una: los mayas no involucionaron, muy por el contrario, eran un imperio que adoraban a dioses crueles que le pedían constante sangre la cual tomaban de sus prisioneros provenientes de tribus menos beligerantes. Destruyeron la naturaleza para alimentar el imperio y la naturaleza dijo basta. El "confort" alcanzado por sus clases acomodadas dio lugar a su correlato natural, los incómodos con tan injusta situación. Aparecieron ciertos disidentes que proponían la paz y el amor como respuesta al enojo de la naturaleza. Escuchaban reggae, fumaban hierbas naturales y oían los consejos del mar. Poco a poco el ejemplo se extendió, los dioses se quedaron sin sangre y el imperio devino abstracto. Los desertores se fueron a las hermosas playas del Yucatán, la selva tomó las ciudades y, sus nietos volvieron al bosque, por un consejo del mar...

Por un consejo del mar...

La presencia del productor Lee Scrath Perry es el comùn denominador de todos los referentes del reggae. Músico también, es el verdadero “genio del dub” al que tal vez refieran los Fabulosos Cadillacs. El dub es esa música cadenciosa e instrumental generalmente más lenta que el reggae, con efectos de sonidos de todo tipo (ecos, loops, reverberancias, coros lejanos) que invitan al trance hipnótico; sus mayores referentes son Mad Professor y el mismo Perry. Produjo a Bob Marley en sus comienzos y a casi todas las bandas buenas que vinieron después. Totalmente chiflado, cuenta que era obrero de la construcción cuando decidió irse a Kingston, y que fue aconsejado por el golpe de las piedras que arrojaba en su trabajo (piedra se dice “stone” en inglés y Kingston significaría King-stone). Tal vez no sea cierto, pero lo que sí fue cierto es que, estando grabando un disco de “The Congos”, sintió que la banda le había llenado de mala onda el estudio y lo prendió fuego… “por un consejo del mar"...

martes, 22 de junio de 2010

La moralidad convencional


"Puede que no exista el infierno, pero los que juzgan pueden crearlo. Pienso que la gente está sobredomesticada. Uno tiene que averiguar lo que le pasa, y cómo va a reaccionar. Voy a usar un término extraño aquí: el bien. No sé de dónde viene, pero siento que hay un básico rasgo de bondad en cada uno de nosotros. No creo en Dios, pero creo en esta 'bondad', como un tubo dentro de nuestros cuerpos. Puede ser alimentada. Siempre es mágica, por ejemplo cuando en una autopista sobrecargada de tráfico un extraño hace lugar para que alguien pueda cambiar de mano... es esperanzador".

domingo, 30 de mayo de 2010

autocultivo

"El combate más efectivo contra el narcotráfico es arruinarles el negocio, y la única vía posible para hundirlo es legalizando el consumo..."Tomás Eloy Martínez (1934-2010)

blues del oficinista

Existen blues del ferroviario, del pescador, del carpintero, hasta del bagre (“catfish blues” que tocaba, entre otros, Jimi Hendrix). Tendría que chequearlo pero estoy seguro que deben haber blues del cartero y del plomero (fontanero para nuestros lectores españoles), pero no existe el blues del oficinista.Ser oficinista tal vez no sea algo de lo que estar orgulloso, pero tiene sus encantos que merecen ser cantados, entre ellos: compañeras a quien insinuarnos permanentemente, llamadas telefónicas de contrabando, fotocopias particulares que sacamos en la maquina de la oficina y así todo un catalogo de pequeños actos de rebeldía contra la patronal que articulados sistemáticamente podríamos definir como “la resistencia”.Para ser oficinistas no necesitamos andar por la vida con actitud ganadora, como les pasa a los visitadores médicos (agentes de propaganda médica como técnicamente se llaman y a los que nadie les dedicaría un blues). Nosotros, en cambio, podemos andar con un traje gastado, un auto sin lavar y en general con una actitud poco ambiciosa que nos ayuda a soportar las ocho horas de encierro. Horas de encierro que no son tales si tenemos en cuenta que siempre hay algún trámite que hacer afuera, a veces propio del trabajo otras veces personal, estos últimos con un irreprochable dejo de humanidad: ir a reunión de padres o comprar remedios para nuestros hijos, el jefe que dude de nuestra intenciones va a ser juzgado de monstruo por nuestros compañeros. Si usted, estimado disidente, trabaja en una oficina desde ya lo invito a dejar su comentario…

tres tristes troskos

La revolución es un concepto estético, es hora de decirlo. Nadie quiere realmente lograrla, nos gusta ser revolucionarios mientras tanto, leer Galeano (o escucharlo ya que habla tan bien), los discursos de Castro, la remerita del Che, desgarrarnos las vestiduras por los pobres o por los pueblos originarios, asombrar a las chicas con nuestra postura radical, que se yo, es tan lindo ser así… En el primer mundo lo bello, es entregar panfletos en las fábricas, y después comerse uno de esos estofados que solo los obreros saben comer, gente sin colesterol, se cree. Aquí, en el tercer mundo, hay que ir a las facultades si queremos un standard parecido. Me encanta toda esa cosa “mayo francés” que se vive en nuestras universidades estatales. De la revolución punk, ni hablar, pura estética nihilista. “Anarquía en Reino Unido” cantaban los Pistols, quienes vivían con sus mamás y el manager les curró toda la guita porque era dueño del nombre, del arte de tapa y les había hecho firmar la cesión de las regalías. “Todo preso es político”, cantaba Solari, quien ahora vive en una quinta y tiene una escopeta, por la dudas que le quieran robar (“presos de la propiedad” también cantaba en un CD que se consigue en Walmart). El capitalismo, falto de ideas, mientras tanto avanza con la lenta convicción de un barco trasatlántico, sin imaginación pero que se alimenta de las ideas de sus siempre creativos detractores.