viernes, 22 de mayo de 2009

Odio a Saramago

Odio a Saramago: lo poco que intentado leer gira en torno a lo mismo, a cosas como, en esencia, que la caca de los ricos es igual a la caca de los pobres. Seguro que tiene razón. Pero me parece una razón de resentido, y usted sabe que el resentimiento encierra envidia y la envidia admiración, ganas de ser como el otro. Obviamente este tipo de razonamiento cae bien en mucha gente, sirve de consuelo, y esto explica el éxito de este autor. Le dieron el Nobel de literatura, pero para mí (permítame disentir) eso no significa nada (se lo dieron a cada uno…). No se lo dieron a Borges y no se lo quieren dar a Vargas Llosa. Eso desprestigia el premio.
Volviendo a Saramago, espero que alguien disienta conmigo y me explique porque debo cambiar de opinión.
PD: existe una antigua tradición en escandinavia que se repite año a año, ¿Cuál es? la de no darle premios a Borges…

tres chicas feas...

... se me cruzan tres chicas feas adelante del auto y caminan lentamente, saben que nadie las pisará, obvio. Pero me nace una reflexión: saben que en este momento valen algo, nadie las mira, nadie las tiene en cuenta, pero la indemnización por atropellar una de ellas es tan cara como de una chica linda. Evidentemente hay un desajuste en el sistema legal-judicial, nos trata a todos iguales y nos cotiza igual; quienes estamos por debajo de esa cotización nos veremos beneficiados si la cobramos a cambio de algún siniestro (en la jerga aseguradora) por nuestra miserable existencia.
Usted dirá: nadie puede especular con eso, pero usted es una persona políticamente correcta y dice eso para quedar bien, vuestra candidez me da esperanza, vuestro cinismo que enoja. A mi en cambio me gusta decir las cosas como son. Me he criado en barrios bajos, carenciados, en los cuales (y en el punto que hoy nos toca) existía el mito de gente que habìa “pasado al frente” porque le habían pisado un hijo y cobraron la pertinente indemnización, por supuesto, a los dos meses se habían gastado todo en vino…PD: esa gente también vota y eso explicaría los resultados electorales

Año 2029: la ciudad ha sido abandonada...

Año 2029: la ciudad ha sido abandonada. Los consumidores viven lejos, teleconectados, nadie se toca. Todos tienen cirugía. La solidaridad suena tan cursi como hoy suena cursi la alegria. Los cyborgs-cops tienen las redes controladas. Nada escapa al imperio Clarín. Todos han tenido éxito. En las ciudades quedan algunos, descartados, contentos, químicamente conformados. Las últimas pandemias han diezmado a los pobres lo cual no significa que no siga habiendo y que no sean peligrosos para los consumidores quienes no pueden vivir plenamente su sueño de publicidad. El capitalismo ha avanzado lenta pero firmemente, el populismo socialista le ha sido paulatinamente funcional. El Islam ha seguido dando manotazos de ahogado pero ha retrocedido en pos del exitismo de las diferentes iglesias protestantes. No ha habido utopías que prometieran el cielo en la tierra, con lo cual no ha habido grandes decepciones. La generación x gobernó durante los últimos veinte años, en todo el mundo, casi. Y hay punks, muchos punks, algunos con crestas de colores y remeras de Guevara, y hay otros que no saben que son punks. Hay okupas? miles, en el centro de la ciudad.
La oferta de religiones es de lo màs variada, algunos creen en Jah otros en la Pachamama. Los consumidores creen en el éxito, los pastores prometen que dios quiere más a quien màs consume: la “ética complaciente”. Y estamos nosotros, seres sin cirugía, que creemos en la ingenuidad, en la alegrìa y en el contacto humano. No tuvimos éxito y no nos interesa. La matriz ganador-perdedor no nos define, preferimos llamarnos: humanoides disidentes.


Sólo los consumidores votan. Se aburren de las cosas antes de que venzan las garantías y se compran el modelo nuevo, para eso siempre hay crédito y refinanciaciones. Descartan demasiado. De ese descarte se puede decir que vivimos nosotros. Describir que comemos le quitaría toda posible poesía a este informe. Vivimos gregariamente, nos damos calor y tenemos tiempo para la amistad. Quien se acerque a los fences puede morir electrocutado, eso ya lo sabemos, nos cuidamos mutuamente. Ellos tendràn su versión, obviamente. Somos salvajes, nos gusta así.