martes, 22 de junio de 2010

La moralidad convencional


"Puede que no exista el infierno, pero los que juzgan pueden crearlo. Pienso que la gente está sobredomesticada. Uno tiene que averiguar lo que le pasa, y cómo va a reaccionar. Voy a usar un término extraño aquí: el bien. No sé de dónde viene, pero siento que hay un básico rasgo de bondad en cada uno de nosotros. No creo en Dios, pero creo en esta 'bondad', como un tubo dentro de nuestros cuerpos. Puede ser alimentada. Siempre es mágica, por ejemplo cuando en una autopista sobrecargada de tráfico un extraño hace lugar para que alguien pueda cambiar de mano... es esperanzador".

domingo, 30 de mayo de 2010

autocultivo

"El combate más efectivo contra el narcotráfico es arruinarles el negocio, y la única vía posible para hundirlo es legalizando el consumo..."Tomás Eloy Martínez (1934-2010)

blues del oficinista

Existen blues del ferroviario, del pescador, del carpintero, hasta del bagre (“catfish blues” que tocaba, entre otros, Jimi Hendrix). Tendría que chequearlo pero estoy seguro que deben haber blues del cartero y del plomero (fontanero para nuestros lectores españoles), pero no existe el blues del oficinista.Ser oficinista tal vez no sea algo de lo que estar orgulloso, pero tiene sus encantos que merecen ser cantados, entre ellos: compañeras a quien insinuarnos permanentemente, llamadas telefónicas de contrabando, fotocopias particulares que sacamos en la maquina de la oficina y así todo un catalogo de pequeños actos de rebeldía contra la patronal que articulados sistemáticamente podríamos definir como “la resistencia”.Para ser oficinistas no necesitamos andar por la vida con actitud ganadora, como les pasa a los visitadores médicos (agentes de propaganda médica como técnicamente se llaman y a los que nadie les dedicaría un blues). Nosotros, en cambio, podemos andar con un traje gastado, un auto sin lavar y en general con una actitud poco ambiciosa que nos ayuda a soportar las ocho horas de encierro. Horas de encierro que no son tales si tenemos en cuenta que siempre hay algún trámite que hacer afuera, a veces propio del trabajo otras veces personal, estos últimos con un irreprochable dejo de humanidad: ir a reunión de padres o comprar remedios para nuestros hijos, el jefe que dude de nuestra intenciones va a ser juzgado de monstruo por nuestros compañeros. Si usted, estimado disidente, trabaja en una oficina desde ya lo invito a dejar su comentario…

tres tristes troskos

La revolución es un concepto estético, es hora de decirlo. Nadie quiere realmente lograrla, nos gusta ser revolucionarios mientras tanto, leer Galeano (o escucharlo ya que habla tan bien), los discursos de Castro, la remerita del Che, desgarrarnos las vestiduras por los pobres o por los pueblos originarios, asombrar a las chicas con nuestra postura radical, que se yo, es tan lindo ser así… En el primer mundo lo bello, es entregar panfletos en las fábricas, y después comerse uno de esos estofados que solo los obreros saben comer, gente sin colesterol, se cree. Aquí, en el tercer mundo, hay que ir a las facultades si queremos un standard parecido. Me encanta toda esa cosa “mayo francés” que se vive en nuestras universidades estatales. De la revolución punk, ni hablar, pura estética nihilista. “Anarquía en Reino Unido” cantaban los Pistols, quienes vivían con sus mamás y el manager les curró toda la guita porque era dueño del nombre, del arte de tapa y les había hecho firmar la cesión de las regalías. “Todo preso es político”, cantaba Solari, quien ahora vive en una quinta y tiene una escopeta, por la dudas que le quieran robar (“presos de la propiedad” también cantaba en un CD que se consigue en Walmart). El capitalismo, falto de ideas, mientras tanto avanza con la lenta convicción de un barco trasatlántico, sin imaginación pero que se alimenta de las ideas de sus siempre creativos detractores.

Brian Haw

El activista antibélico Brian Haw ganó una acción judicial que le permite protestar frente al parlamento británico. Este cuerpo legislativo había dictado una ley prohibiendo protestar en sus inmediaciones, con la solapada intención de que precisamente ésta persona dejara de hacerlo como lo hacía desde hace algunos años. La justicia le dio la razón por entender que tenía derecho ya adquirido en atención a que venia haciéndolo desde antes de la ley. Hoy el Sr. Haw es una atracción turística.Parecida es la historia de la esquina de los habladores (“speakers corner”) en la cual se junta la gente a decir lo que se le antoja contra quien se le antoja sin reprimenda alguna por parte de las autoridades. En el siglo xix hubo una serie de incidentes en el Hyde Park de Londres que la autoridad prohibió a la vez que les circunscribìa a los manifestantes un àrea para tales fines, una esquinita de dicho parque, con lo cual nació esta interesante costumbre de ir a dicho place a ver de que se está hablando y contra quien, puede ser contra la reina, contra el primer ministro, o a favor de Bin Laden, sin que nadie te detenga.De alguna manera este blog intenta ser como la esquina de los habladores, y cada humanoide que nos visite y deje sus comentarios puede ser como Brian Haw.

caosmos o el mito del eterno retorno

Heráclito o Parmenides, ¿Quién tenia razón? ¿Es todo sólo un fluir, o es estático? Platón, al respecto encuentra la solución en el justo medio, adelantándose a Aristóteles quien luego entenderá que la virtud reside precisamente allí, y sostiene que todo deviene pero retorna eternamente en la medida que existe una esencia inalterable que habita en el mundo de las ideas. Es decir, todo fluiría pero alrededor de una esencia, entiendo yo que quiso decir. Y tiene razón, me explico: un amigo mío, más estructurado y solemne que un granadero en la casa rosada, se mamó en una reunión, se puso contento y en un momento de éxtasis habló de más, dijo verdades que nadie se anima a decir, y al otro día se arrepintió. Fluyó, devino, retornó , pero sin abandonar nunca su platónica esencia de ser un boludo…

somos disidentes

Somos disidentes de la carrera por el éxito, esa carrera que no te da tiempo para estar con tus amigos, o que te los hace seleccionar de acuerdo a parámetros de funcionalidad.Somos disidentes del consumismo, no intentamos llenar nuestro vacío existencial con artefactos a crédito, ni somos de los que pierden el sueño por aparentar con autos que no podemos pagar.Somos disidentes de la actualidad, no nos interesa saber sobre el divorcio de Tinelli ni la pelea entre Moria y Graciela, sea Alfano o Borges.Somos disidentes de la solemnidad, la frivolidad y de la tilinguería.Pretendemos por este medio hacer llegar nuestros más respetuosos saludos a todos aquellos excluidos de la cultura oficial, del pensamiento único y del que dirán.Disidentes del mundo unios…

lunes, 15 de marzo de 2010

docentes

Estamos en marzo, comienzan las clases, y los docentes de mi comarca están en huelga, cortan calles como forma de protesta y se ponen autobombas en la sede del sindicato que los federa. Estoy con ellos, me parecen justos sus reclamos y las medidas elegidas me parecen eficaces, pero a veces sospecho que las soluciones obtenidas serian sólo de corto plazo. A la larga los docentes, si quieren obtener y conservar sus mejoras salariales, deberían aprender a conjugar los verbos, conocer las capitales de los países y los ríos del nuestro y, cuando vayan a las reiteradas capacitaciones, deberían prestar atención al contenido de las mismas y no sólo a la entrega de diplomas…

viernes, 5 de marzo de 2010

"El combate más efectivo contra el narcotráfico es arruinarles el negocio, y la única vía posible para hundirlo es legalizando el consumo..."
Tomás Eloy Martínez (1934-2010)

jueves, 11 de febrero de 2010

blues del oficinista

Existen blues del ferroviario, del pescador, del carpintero, hasta del bagre (“catfish blues” que tocaba, entre otros, Jimi Hendrix). Tendría que chequearlo pero estoy seguro que deben haber blues del cartero y del plomero (fontanero para nuestros lectores españoles), pero no existe el blues del oficinista.Ser oficinista tal vez no sea algo de lo que estar orgulloso, pero tiene sus encantos que merecen ser cantados, entre ellos: compañeras a quien insinuarnos permanentemente, llamadas telefónicas de contrabando, fotocopias particulares que sacamos en la maquina de la oficina y así todo un catalogo de pequeños actos de rebeldía contra la patronal que articulados sistemáticamente podríamos definir como “la resistencia”.Para ser oficinistas no necesitamos andar por la vida con actitud ganadora, como les pasa a los visitadores médicos (agentes de propaganda médica como técnicamente se llaman y a los que nadie les dedicaría un blues). Nosotros, en cambio, podemos andar con un traje gastado, un auto sin lavar y en general con una actitud poco ambiciosa que nos ayuda a soportar las ocho horas de encierro. Horas de encierro que no son tales si tenemos en cuenta que siempre hay algún trámite que hacer afuera, a veces propio del trabajo otras veces personal, estos últimos con un irreprochable dejo de humanidad: ir a reunión de padres o comprar remedios para nuestros hijos, el jefe que dude de nuestra intenciones va a ser juzgado de monstruo por nuestros compañeros. Si usted, estimado disidente, trabaja en una oficina desde ya lo invito a dejar su comentario…

tres tristes troskos

La revolución es un concepto estético, es hora de decirlo. Nadie quiere realmente lograrla, nos gusta ser revolucionarios mientras tanto, leer Galeano (o escucharlo ya que habla tan bien), los discursos de Castro, la remerita del Che, desgarrarnos las vestiduras por los pobres o por los pueblos originarios, asombrar a las chicas con nuestra postura radical, que se yo, es tan lindo ser así… En el primer mundo lo bello, es entregar panfletos en las fábricas, y después comerse uno de esos estofados que solo los obreros saben comer, gente sin colesterol, se cree. Aquí, en el tercer mundo, hay que ir a las facultades si queremos un standard parecido. Me encanta toda esa cosa “mayo francés” que se vive en nuestras universidades estatales. De la revolución punk, ni hablar, pura estética nihilista. “Anarquía en Reino Unido” cantaban los Pistols, quienes vivían con sus mamás y el manager les curró toda la guita porque era dueño del nombre, del arte de tapa y les había hecho firmar la cesión de las regalías. “Todo preso es político”, cantaba Solari, quien ahora vive en una quinta y tiene una escopeta, por la dudas que le quieran robar (“presos de la propiedad” también cantaba en un CD que se consigue en Walmart). El capitalismo, falto de ideas, mientras tanto avanza con la lenta convicción de un barco trasatlántico, sin imaginación pero que se alimenta de las ideas de sus siempre creativos detractores.

speakers corner

El activista antibélico Brian Haw ganó una acción judicial que le permite protestar frente al parlamento británico. Este cuerpo legislativo había dictado una ley prohibiendo protestar en sus inmediaciones, con la solapada intención de que precisamente ésta persona dejara de hacerlo como lo hacía desde hace algunos años. La justicia le dio la razón por entender que tenía derecho ya adquirido en atención a que venia haciéndolo desde antes de la ley. Hoy el Sr. Haw es una atracción turística.
Parecida es la historia de la esquina de los habladores (“speakers corner”) en la cual se junta la gente a decir lo que se le antoja contra quien se le antoja sin reprimenda alguna por parte de las autoridades. En el siglo xix hubo una serie de incidentes en el Hyde Park de Londres que la autoridad prohibió a la vez que les circunscribìa a los manifestantes un àrea para tales fines, una esquinita de dicho parque, con lo cual nació esta interesante costumbre de ir a dicho place a ver de que se está hablando y contra quien, puede ser contra la reina, contra el primer ministro, o a favor de Bin Laden, sin que nadie te detenga.
De alguna manera este blog intenta ser como la esquina de los habladores, y cada humanoide que nos visite y deje sus comentarios puede ser como Brian Haw.

Caosmos o el mito del eterno retorno:

Heráclito o Parmenides, ¿Quién tenia razón? ¿Es todo sólo un fluir, o es estático? Platón, al respecto encuentra la solución en el justo medio, adelantándose a Aristóteles quien luego entenderá que la virtud reside precisamente allí, y sostiene que todo deviene pero retorna eternamente en la medida que existe una esencia inalterable que habita en el mundo de las ideas. Es decir, todo fluiría pero alrededor de una esencia, entiendo yo que quiso decir. Y tiene razón, me explico: un amigo mío, más estructurado y solemne que un granadero en la casa rosada, se mamó en una reunión, se puso contento y en un momento de éxtasis habló de más, dijo verdades que nadie se anima a decir, y al otro día se arrepintió. Fluyó, devino, retornó , pero sin abandonar nunca su platónica esencia de ser un boludo…

somos disidentes

Somos disidentes de la carrera por el éxito, esa carrera que no te da tiempo para estar con tus amigos, o que te los hace seleccionar de acuerdo a parámetros de funcionalidad.

Somos disidentes del consumismo, no intentamos llenar nuestro vacío existencial con artefactos a crédito, ni somos de los que pierden el sueño por aparentar con autos que no podemos pagar.

Somos disidentes de la actualidad, no nos interesa saber sobre el divorcio de Tinelli ni la pelea entre Moria y Graciela, sea Alfano o Borges.

Somos disidentes de la solemnidad, la frivolidad y de la tilinguería.

Pretendemos por este medio hacer llegar nuestros más respetuosos saludos a todos aquellos excluidos de la cultura oficial, del pensamiento único y del que dirán.

Disidentes del mundo unios…

martes, 2 de febrero de 2010

espiritualidad disidente

Desde el punto de vista espiritual podemos advertir que existen religiones para todos los gustos y necesidades, por ejemplo, las religiones de origen protestante, sean evangelistas, adventistas, o como se hagan llamar, son las elegidas por aquellas personas que aspiran a mejorar su situación económica. El budismo y en general las religiones orientales, son para aquellas personas que ya tienen una buena situación económica como para echarse a meditar en paz. El rastafarismo, muy por el contrario, es una religión muy aconsejable para los humanoides disidentes, es decir, para aquellos quienes no tenemos plata y, según parece, tampoco lo vamos a tener nunca...
Me gustaría desarrollar en extenso el tema pero os dejo la posta para que completéis la idea utilizando la opción para comentarios...

sábado, 2 de enero de 2010

Antonio Carrizo: digame Jorge ¿que opina de la realidad?

Borges: ¿cual realidad Antonio, la suya o la mía?