Lo de Borges era real. El, ciego y la única vida que se le conocía era la escritura, a travez de otro al que le dictaba, viviendo en su casa con la madre, alguna que otra conferencia hablando de si mismo y siempre esperando que le den el premio Nobel. La alegoría de Umberto Eco en su novela "El nombre de la rosa" con el bibliotecario Jorge Burgos, ciego que envenena a los que leen textos cómicos y termina comiendo las páginas envenenadas es acertadísima
Lo de Borges era real. El, ciego y la única vida que se le conocía era la escritura, a travez de otro al que le dictaba, viviendo en su casa con la madre, alguna que otra conferencia hablando de si mismo y siempre esperando que le den el premio Nobel.
ResponderEliminarLa alegoría de Umberto Eco en su novela "El nombre de la rosa" con el bibliotecario Jorge Burgos, ciego que envenena a los que leen textos cómicos y termina comiendo las páginas envenenadas es acertadísima
Ji, ji ji....
ResponderEliminar¿Quién tiene el metro patrón de la realidad?