Somos disidentes de la carrera por el éxito, esa carrera que no te da tiempo de estar con tus amigos, o que te los hace seleccionar de acuerdo a parámetros de funcionalidad.
Somos disidentes del consumismo, no intentamos llenar nuestro vacio existencial con artefactos a crédito, ni somos de los que pierden el sueño por aparentar con autos que no podemos pagar.
Somos disidentes de la actualidad, no nos interesa saber sobre el divorcio de Tinelli ni la pelea entre Moria y Graciela, sea Alfano o Borges.
Somos disidentes de la solemnidad, la frivolidad y de la tilinguería.
Pretendemos por este medio hacer llegar nuestros más respetuosos saludos a todos aquellos excluidos de la cultura oficial, del pensamiento único y del quedirán.
Disidentes del mundo unios…
martes, 4 de agosto de 2009
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Ernest Miller Hemingway, escritor estadounidense, nació en, Oak Park, Illinois, en el año 1899. Al acabar sus estudios en 1917 en la High School de Oak Park, comenzó a trabajar como reportero en el Kansas City Star. Tras enrolarse voluntariamente en la Cruz Roja (durante la I Guerra Mundial) Hemingway volvió de Europa herido y condecorado, y se reincorporó a su trabajo de periodista, esta vez en el Toronto Star, periódico para el que realizó su primer viaje a París. En esta ciudad conoció a Gertrude Stein y a la mayor parte del grupo de escritores que, incluido él, pasaría a la posteridad bajo el nombre de la generación perdida.
ResponderEliminarA lo largo de su vida, Hemingway viajó constantemente: Francia, España, Italia, África, Norteamérica, Cuba. Prácticamente todas sus obras recogen sus experiencias de estos viajes, incluso las adquiridas como corresponsal en la guerra civil española y la II Guerra Mundial. En 1953 le fue concedido el premio Pulitzer por su novela El Viejo y el mar y al año siguiente sería galardonado con el premio Nobel. Hemingway, creador de un estilo literario crudo y realista, se suicidó el 2 de julio de 1961 en su casa de Ketchum, Idaho.
De los errores se aprende. Eso dice mucha gente, y razón no les falta. A veces el camino de la vida muestra algún repentino obstáculo que no sabemos esquivar e, inevitablemente, hace que nos caigamos al suelo. Duele. Nos levantamos, dolidos, pero seguimos avanzando.
ResponderEliminarOcurre además que, a fin de evitar posteriores caídas con similares trabas, aprendemos de lo sucedido para obrar mejor en el futuro. Y no solo eso: también nos sirven nuestros tropiezos para reafirmarnos en nuestras convicciones, combatiendo la indecisión que tantas veces nos hace vagar sin rumbo fijo y a riesgo de caer más y más veces. Caer: sea en la tentación o en el áspero suelo. Por ello es útil la determinación: el saber actuar en todas las circunstancias.
He aprendido que nunca debemos rendirnos. La rendición es solo para los cobardes. Lo que nos conducirá a la gloria será la perseverancia en la lucha honorable por aquello que de verdad nos constituye como verdaderas personas. Es la defensa de nuestros ideales más puros: en verdad son susurros del corazón. La rendición nos lleva a la renuncia de lo que más queremos y nos deja a merced de lo que nuestros rivales dispongan. Por nuestra libertad —que nos es legítima— no debemos rendirnos.
Rendirse... ¡Vaya un mensaje de mediocridad que legaríamos a nuestros descendientes y seguidores! Aprenderían estos a ser unos malditos lameculos, incapaces de cuestionar el por qué de su lluvia de calamidades. ¡Sea sangre fuerte la que corra por sus venas, y sea esa sangre la nuestra!
Tal vez hoy tropecemos. Tal vez hoy convenga batirse en retirada, pudiendo ser éste un acertado y sabio movimiento estratégico en pos de un posterior contraataque. Pero nunca nos rendiremos. Nos caemos y nos levantamos; nuestro avance no se detiene. Lucharemos hasta el final, para solventar el conflicto, para alcanzar de nuevo la luz.
La disidencia se entiende normalmente como un acto de rebeldía frente al discurso oficial. Sin embargo, en tu antología figuran todos los más conocidos narradores peruanos jóvenes. Así que la primera pregunta es obvia: ¿por qué “disidentes”? ¿Disidentes frente a qué?
ResponderEliminarClaro, cuando se escucha la palabra ‘disidente’ pensamos que estamos ante un grupo de revoltosos con tendencias anárquicas. Así que entiendo perfectamente que el título genere más de una pregunta. Cuando empecé a elaborar la antología, en lo último que pensé fue en el nombre, pero sí tenía claro que había que mostrar un quiebre tajante con lo escrito en narrativa joven en la década pasada que, salvo las excepciones que señalo en el prólogo, aportó poco o nada. Por ello, Disidentes yace en el espíritu de negación, en el nivel formal y de tópico, de la narrativa joven de los noventa. ¿Disidentes frente a qué? Disidentes ante la ignorancia y la pose.
“Siempre me fascinó la locura. Varias veces fui al altillo en que murió Van Gogh. También a la casa de Hölderlin. ¿Qué sabemos sobre la locura? ¿Quién sabe si lo que hemos hecho hasta ahora no es sobreestimar la cordura, que a menudo es simple mediocridad?”.
ResponderEliminarEl razonamiento lo hizo Ernesto Sábato. Me viene a la memoria porque debo definir a Juan Fresán, que no era un loco clínico, pero se negaba a sobreestimar la cordura. Lo que para Sábato era hipótesis, para Fresán era convicción: el exceso de sensatez sólo puede producir vulgaridad e insignificancia.
Una vez, hace muchos tiempo, navegando por internet, leí la frase "Sanity is highly overrated" (la cordura está sobreestimada). No reparé en ella hasta un tiempo después. En esa época yo estaba en el colegio, y francamente no me importaba nada más que la diversión del momento. Agradezco que eso haya cambiado, y puedo decir que hoy, tengo esa frase como una guía de vida.
ResponderEliminarSi ser cuerdo es ser uno más, ver lo mismo que ven todos, y no animarse a plantear TODO de una manera nueva y radical, entonces muchas gracias, pero no quiero ser cuerdo.
Con el tiempo me di cuenta que ser considerado un loco, era un halago. Es la locura la que nos permite ver las cosas de otra manera, la que nos permite cuestionar el estado que consideramos "natural" de las cosas. Nos permite desafiar al mundo y a nosotros mismos. Nos permite ir más allá.
Los locos son distintos.
Lo distinto es escaso.
Lo escaso tiene valor.
Economía pura.
Así que este post es para los locos.
Los complicados.
Los rebeldes.
Los problemáticos.
Los reflexivos.
Los idealistas.
Los raros.
Los que brillan donde todos opacan.
Los que hablan cuando todos callan.
Los que inventan cuando todos usan.
Los que piensan cuando todos duermen.
Los que se apartan cuando todos siguen.
Los únicos que están tan locos como para pensar que pueden cambiar el mundo......
esta es la pagina de los pibes de mas de 40, es como un recital de Ac/dc, jajajaj, son todos vagos, es decir son disidentes ahora, cuando se les acabaron las energias para llevar adelante la revolucion! ese rollito de mas, es para sentarse en la puerta de la caza cerveza en mano y decir,.. que manga de hijos de puta que son todos!! saludos al gereatrico!!
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