Mucha bibliografía habla hoy por hoy del tema, y conozco a varios que están temáticos con el asunto. Leen “El Secreto”, ven la película y también la parte dos. Te prestan el libro y a la semana te preguntan: ¿Qué te pareció?, piden que lo se lo devuelvas porque lo quieren leer de nuevo y tenerlo a mano.
Explicadas en términos sencillos, las leyes de la atracción son aquellas que sostienen que si pensás mucho en algo ese algo te va a suceder. No tenés que pensar en cosas malas, ni desearle el mal a otros (porque ya sabemos que es pecado). Tenés que pensar en lo que quieres que te suceda, pero reiteradamente. Por pensar en una Ferrari no te va a aparecer una Ferrari, sino que tienes que relajarte y pensar con convicción en una Ferrari y visualizar una Ferrari, sentir que la estás manejando y que las mujeres te desean porque tienes una Ferrari, en definitiva, tienes que “vivir” la Ferrari. Esto que te estoy diciendo es todo un secreto, lo sabía Julio Cesar, lo sabía Da Vinci (que está tan de moda decir que sabia cosas pero en secreto) y lo sabía Napoleón, ahora lo podemos saber todos. Lo de la Ferrari es un ejemplo, no creo que George Washington (que también compartía el secreto) pidiera una Ferrari, los más probable es que hubiera pensado y visualizado la libertad para todos los americanos, aunque se olvido de “sentir” la libertad de los negros. Napoleón, por ejemplo, visualizó que se garchaba a Maria Walewska, sintiò que se la garchaba y se la terminò garchando. Ojala hubiera visualizado a Rusia en una eterna primavera y con un poco de esfuerzo no le iba como le fuè. Así que, ya sabes, te acuestas a la noche, te relajas respirando profundo y cuando estés en estado alfa, visualizas lo que quieras que el universo te conceda. Tienes que tener constancia. No te lo va a conceder por una sola vez que lo pienses. Tienes que pensar en la Ferrari varias noches seguidas hasta que el universo armonice con tu mensaje.
De trabajar ni hablemos.
De trabajar ni hablemos.
http://www.youtube.com/watch?v=PC9tgxm9BMM&feature=fvst
ResponderEliminarpenso positivo perché son vivo perché son vivo, io penso positivo perché son vivo e finché son vivo, niente e nessuno al mondo potrà fermarmi ...
El secreto propone algo ficticio y próximo a la masturbación: Por el hecho de pensar positivamente y con fé en algo, en que suceda algo ese algo se vuelve realidad (parecido al pasaje de la biblia en que jesus maldice una higuera, ¿Nó?)
ResponderEliminarYo digo, esto es peligroso: imaginen al masturbador que sueña con poseer al objeto de su deseo, según "el secreto" si lo hacen con fé el deseo se le vuelve realidad....
Digo, llegado el caso, ordas de masturbadores que desen con pasión y fé podrían compartir todos juntos en la realidad a una misma mujer, objeto sexual, como por el caso a Luly Salazar...
http://www.youtube.com/watch?v=YDFG7L2bm90
ResponderEliminarLetra de Desencuentro
Música: Aníbal Troilo
Letra: Cátulo Castillo
Estás desorientado y no sabés
qué "trole" hay que tomar para seguir.
Y en este desencuentro con la fe
querés cruzar el mar y no podés.
La araña que salvaste te picó
-¡qué vas a hacer!-
y el hombre que ayudaste te hizo mal
-¡dale nomás!-
Y todo el carnaval
gritando pisoteó
la mano fraternal
que Dios te dio.
¡Qué desencuentro!
¡Si hasta Dios está lejano!
Llorás por dentro,
todo es cuento, todo es vil.
En el corso a contramano
un grupí trampeó a Jesús...
No te fíes ni de tu hermano,
se te cuelgan de la cruz...
Quisiste con ternura, y el amor
te devoró de atrás hasta el riñón.
Se rieron de tu abrazo y ahí nomás
te hundieron con rencor todo el arpón
Amargo desencuentro, porque ves
que es al revés...
Creiste en la honradez
y en la moral...
¡qué estupidez!
Por eso en tu total
fracaso de vivir,
ni el tiro del final
te va a salir.
Tenemos que desarrollar una actitud de no resistencia al mundo;
ResponderEliminarLo negativo es negativo, Lo positivo es positivo, Las cosas son.
Aparecen, se transforman, Y luego simplemente dejan de existir; El mundo exterior, en cierto modo, es algo dado. El ser de percepción se parece a un alga, Una cosa repugnante y muy blanda, Intrínsecamente femenina Y es eso lo que tenemos que alcanzar Si queremos hablar del mundo Simplemente, hablar del mundo.
No tenemos que parecernos a quien intenta someter el mundo a sus deseos, A sus creencias Nos está permitido, sin embargo, tener deseos, Y hasta creencias En cantidad limitada.
Después de todo, formamos parte del fenómeno, Y somos, por ende, eminentemente respetables, Como lagartos.
Como lagartos, nos calentamos al sol del fenómeno Esperando la noche Pero no lucharemos, No debemos luchar, Estamos en la posición eterna del vencido.
Nous devons developer
autor: Michel Houellebecq
El origen del mal
ResponderEliminarLeón Tolstoi
En medio de un bosque vivía un ermitaño, sin temer a las fieras que allí moraban. Es más, por concesión divina o por tratarlas continuamente, el santo varón entendía el lenguaje de las fieras y hasta podía conversar con ellas.
En una ocasión en que el ermitaño descansaba debajo de un árbol, se cobijaron allí, para pasar la noche, un cuervo, un palomo, un ciervo y una serpiente. A falta de otra cosa para hacer y con el fin de pasar el rato, empezaron a discutir sobre el origen del mal.
-El mal procede del hambre -declaró el cuervo, que fue el primero en abordar el tema-. Cuando uno come hasta hartarse, se posa en una rama, grazna todo lo que le viene en gana y las cosas se le antojan de color de rosa. Pero, amigos, si durante días no se prueba bocado, cambia la situación y ya no parece tan divertida ni tan hermosa la naturaleza. ¡Qué desasosiego! ¡Qué intranquilidad siente uno! Es imposible tener un momento de descanso. Y si vislumbro un buen pedazo de carne, me abalanzo sobre él, ciegamente. Ni palos ni piedras, ni lobos enfurecidos serían capaces de hacerme soltar la presa. ¡Cuántos perecemos como víctimas del hambre! No cabe duda de que el hambre es el origen del mal.
El palomo se creyó obligado a intervenir, apenas el cuervo hubo cerrado el pico.
-Opino que el mal no proviene del hambre, sino del amor. Si viviéramos solos, sin hembras, sobrellevaríamos las penas. Más ¡ay!, vivimos en pareja y amamos tanto a nuestra compañera que no hallamos un minuto de sosiego, siempre pensando en ella "¿Habrá comido?", nos preguntamos. "¿Tendrá bastante abrigo?" Y cuando se aleja un poco de nuestro lado, nos sentimos como perdidos y nos tortura la idea de que un gavilán la haya despedazado o de que el hombre la haya hecho prisionera. Empezamos a buscarla por doquier, con loco afán; y, a veces, corremos hacia la muerte, pereciendo entre las garras de las aves de rapiña o en las mallas de una red. Y si la compañera desaparece, uno no come ni bebe; no hace más que buscarla y llorar. ¡Cuántos mueren así entre nosotros! Ya ven que todo el mal proviene del amor, y no del hambre.
-No; el mal no viene ni del hambre ni del amor -arguyó la serpiente-. El mal viene de la ira. Si viviésemos tranquilos, si no buscásemos pendencia, entonces todo iría bien. Pero, cuando algo se arregla de modo distinto a como quisiéramos, nos arrebatamos y todo nos ofusca. Sólo pensamos en una cosa: descargar nuestra ira en el primero que encontramos. Entonces, como locos, lanzamos silbidos y nos retorcemos, tratando de morder a alguien. En tales momentos, no se tiene piedad de nadie; mordería uno a su propio padre o a su propia madre; podríamos comernos a nosotros mismos; y el furor acaba por perdernos. Sin duda alguna, todo el mal viene de la ira.
ResponderEliminarEl ciervo no fue de este parecer.
-No; no es de la ira ni del amor ni del hambre de donde procede el mal, sino del miedo. Si fuera posible no sentir miedo, todo marcharía bien. Nuestras patas son ligeras para la carrera y nuestro cuerpo vigoroso. Podemos defendernos de un animal pequeño, con nuestros cuernos, y la huida nos preserva de los grandes. Pero es imposible no sentir miedo. Apenas cruje una rama en el bosque o se mueve una hoja, temblamos de terror. El corazón palpita, como si fuera a salirse del pecho, y echamos a correr. Otras veces, una liebre que pasa, un pájaro que agita las alas o una ramita que cae, nos hace creer que nos persigue una fiera; y salimos disparados, tal vez hacia el lugar del peligro. A veces, para esquivar a un perro, vamos a dar con el cazador; otras, enloquecidos de pánico, corremos sin rumbo y caemos por un precipicio, donde nos espera la muerte. Dormimos preparados para echar a correr; siempre estamos alerta, siempre llenos de terror. No hay modo de disfrutar de un poco de tranquilidad. De ahí deduzco que el origen del mal está en el miedo.
Finalmente intervino el ermitaño y dijo lo siguiente:
-No es el hambre, el amor, la ira ni el miedo, la fuente de nuestros males, sino nuestra propia naturaleza. Ella es la que engendra el hambre, el amor, la ira y el miedo.
las leyes de la atraccion fueron hechas para crear situaciones, arroje una manzana al aire y vera que por atracción cae al suelo o sobre la cabeza de alguien y hasta puede ser adan..jeje, que se sentia sexualmente atraido por eva, despues de semejante mordiscon, y desde entonces andamos de dentellada en dentellada, buscando la eva ideal!! a proposito existen algunas evas, que son para rectificar dentaduras, cuidado con ellas, suelen ser bastante duras, y luego hay que rectificar dentadura..moraleja: si no fuera por la manzana y el sida, que felices seriamos todos!!! ARIEL (tu sabes!!)
ResponderEliminarEstimado disidente Frola: vamos a considerar su caso, realmente de estudio...
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